miércoles, 24 de diciembre de 2014
Remanso de paz
Un pequeño día de vacaciones relaja el cuerpo y descansa la mente. No es necesario coger el coche, no es necesario coger un tren, ni tampoco hace falta coger un autobús, la mejor manera de viajar es caminar. La compañía es importante, pero no indispensable. Un largo paseo perdiéndose en los pensamientos puede ser constructivo. El final del trayecto no importa. No es necesario irse a la otra punta del mundo, ni a la otra punta del país, ni a veces tampoco salir de la ciudad, sólo encontrando un rinconcito donde disfrutar del día basta. A veces nos ahogamos en un vaso de agua, cuando es suficiente alzar la vista para darnos cuenta de que el agua ha desaparecido.
Todos tenemos circunstancias que nos asfixian. Nos absorben la energía hasta el punto de casi no tener ánimos para nada. No tenemos tiempo ni para pensar que necesitamos un día libre, un día donde podamos ser de verdad nosotros mismos. Cuando, por alguna razón desconocida, caemos en la cuenta de que necesitamos liberarnos, salimos del caparazón. Y es en ese momento cuando empezamos a dejar de ser almas extraviadas. Disfrutamos de cada instante, de la ligera brisa del viento, de los tenues rayos de sol iluminando nuestra cara, de cada paso que damos, de cada pequeño sonido que llega a nuestros oídos. Al llegar a este punto, entramos en un remanso de paz que nos cuesta abandonar. Una gran calma nos irradia, querríamos permanecer siempre en un estado así.
¿Pero acaso es eso posible? Podría ser. La brisa nos activa en la medida justa para devolvernos la energía perdida por el camino. El sol nos recarga las pilas para seguir viajando un poco más. El nuevo paso que damos nos acerca hasta la meta que queremos alcanzar. Cualquier sonido se convierte en una agradable melodía que no sale de nuestra cabeza. Estamos listos para cargar la mochila con nuevas experiencias. Llevamos un pequeño bolso repleto de perseverancia. No olvidamos las zapatillas que nos impulsan a correr. Y aún así no siempre alcanzamos las expectativas previas. Pero todavía seguimos en pie, seguimos firmes aunque no lo creamos y controlamos la situación más de lo que estamos dispuestos a aceptar.
Así que ya no valen las excusas. Las metas se persiguen, los sueños se cumplen y los triunfos se logran.
Etiquetas:
Avanzar,
Foto,
Insistencia,
Metas,
Minivacaciones,
Paz,
Relajación
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario